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miércoles, 10 de diciembre de 2014

Cienzudismo


El suelo esterilizado con cemento es incapaz de absorber las hojas secas y marchitas que el otoño le deja caer, alguien pues, las tendrá que barrer para que nuestro moderno estilo de vida nos siga apartando de la naturaleza, confiemos en que esto tan solo sea un ciclo en el que al final volvamos a encontrarnos con nuestro origen natural y social, siendo más civilizados, evolucionados y estando en contacto con nuestras raíces sin que ningún cemento las tape para no ensuciarnos con ellas. El Rincón del Neologismo vuelve otra semana siendo consciente de que sus raíces son humildes como también lo es su manera cautelosa y constante de fertilizar al lenguaje.



Cienzudismo: El humano posee una mente muy compleja, aunque no en todos los casos, cosa que le hace ser tan diferente del resto de animales. El hombre es racional, y esto no se refiere a que tiene la capacidad de racionar los bienes de los demás en beneficio propio, sino a que tiene la capacidad de hacer uso de un arma de introspección masiva: la razón. Debido a esa capacidad pensativa, a la capacidad de abstracción y a ese reconocimiento de uno mismo al humano le surge la necesidad de imaginar algo o alguien que esté por encima de él, que le aparte de la sensación de soledad que tantas veces se encontrará a lo largo de su vida y que le pueda servir de explicación a muchas de las cosas que desconoce, consiguiendo así un poco de orden en el absurdo de su existencia. Es entonces cuando aparecen todas las religiones, teofílias, mitos y supersticiones que rebozarán con finas heces las distintas culturas de la Tierra. Unas han tenido más aceptación que otras en función de las muertes que tienen a sus espaldas y casi todas han permanecido muy cerca del poder controlando sociedades y alimentando sus miedos e ignorancias, ya sea en grandes civilizaciones o en pequeñas tribus.

Por suerte, con los años y gracias a la educación y a la cultura, las religiones han ido perdiendo popularidad y poder de manipulación, pues muchas están basadas en leyendas muy antiguas, falsos mitos e incluso en mentiras literales, y pese a esto es curioso como aún siguen manteniendo su presencia en el mundo. Sin embargo, para las sociedades que se van consiguiendo librar de la sombra de los dioses enfadicas, la necesidad de dar respuesta a determinadas preguntas continúa existiendo, y conforme el conocimiento humano avanza van surgiendo otras más. Para muchos la filosofía se queda solo en un plano teórico para nada palpable, por otro lado nuestra intuición se está echando la siesta por orden de la razón y la depresión emocional a la que nos sometemos, así que es la ciencia quién ahora se encarga de dar respuestas a la relación del hombre con el universo ayudándonos a combatir el malestar de la soledad galáctica, a controlar nuestros miedos, la molesta necesidad de abstracción y el, más molesto aún, reconocimiento de nosotros mismos. Nace pues la nueva religión para el Siglo XXI: El Cienzudismo.

¡Oh, Pensamiento Científico que quitas la ignorancia del mundo tráenos la paz!

¡Oh, gran Método Científico no soy digno de que entres en mi casa pero un átomo tuyo bastará para sanarme!



No hay que negar que la ciencia nos ha servido, y mucho, para sobrevivir y evolucionar como individuos y como sociedad, pero debemos tener cuidado, pues a la ciencia, libre de dioses rancios que le estorben, se le puede subir la fama a la cabeza, ya que en ese querer explicarlo todo es donde nos damos cuenta de todo lo que le queda aún por explicar. Y no olvidemos que como religión que es, el Cienzudismo también revolotea por el poder pues lamentablemente la ciencia tiene un color. Los científicos vocacionales trabajan duro para añadir conocimientos y beneficios a la vida humana, pero la divulgación y el uso de sus informaciones no es tan idílico como a muchos nos gustaría, pues al final toda investigación pasará por un filtro económico el cual decidirá cómo, de qué manera y en qué países se incorporará dicho beneficio en el mercado y en nuestro día a día.

Teniendo una visión excesivamente científica de la vida limitamos las cosas que podrán ocurrimos sólo a la parcela de las que consideramos reales o concretables, rechazando todas de las que todavía no tenemos ni idea porque la gran diosa Scientía no ha tenido el beneplácito de dar por descubiertas. Por ejemplo, los elementos químicos llevan eones rebañando el universo antes de que se hiciera un registro de ellos en la tabla periódica y todavía quedarán unos cuantos esperando su turno para ser descubiertos y así por fin tener los papeles en regla y ser aceptados como otro elemento más sin sufrir la discriminación por nuestra sociedad alegando su inexistencia, o en el peor de los casos la ilegalidad, siendo condenados a su replanetación.

En El Rincón del Neologismo no apoyamos la magufería ni la creencia ciega en cualquier cosa, de hecho es algo que detestamos, pues creer ciegamente en algo es la postura cómoda y la que menos aporta. Lo difícil y lo que realmente más cuesta es mantenerse atento, sin aferrarse a nada y con la mente abierta a todos los cambios y ampliación de conceptos que iremos sufriendo en nuestra vida.

Si Cortázar hubiera abusado del pensamiento científico seguramente nunca hubiera escrito ningún libro y nunca habríamos sabido de la existencia de los cronopios. La ciencia no es más que otra herramienta para entender el universo y la vida, y de momento aún tiene muchas limitaciones que a veces le cuesta reconocer. La ciencia por tanto no es quien decide lo que existe o no existe, pues habitamos entre un montón de fenómenos maravillosos que aún estamos muy lejos de poder explicar y quizás de poder comprender, cual hormiga internando entender el concepto de tiempo, y sin embargo seguimos habiendo muchas personas que disfrutamos de los viajes por las zonas del desconocimiento tan incómodas para la mente, dónde se abren, de vez en cuando, fisuras a otras realidades que también son parte de este mundo.




1 comentario:

  1. que densidad !!! ...a mi que me lo pongan mas facil !!! ( corpore sano in cerebro enano )

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