… y la crisis se encrudeció tanto que hacer huelga se convirtió en un lujo al alcance de pocos. Si arriba y abajo se convirtieran en comer o no comer la violencia tomaría las calles dando la razón a la fuerza, reinando así otra vez la ley de la selva como en años atrás. ¿De qué sirvió entonces toda la evolución social, conocimiento, pensamiento y lenguaje aprendido en los últimos centenios? Al margen de todo esto existía un RINCÓN DEL NEOLOGISMO que seguía apostando por el mágico poder de la palabra...
Y la palabrita que os proponemos para esta semana es:
HECIFACÉTICO, en nuestra andanza por este mundo todos nos hemos encontrado antes o después, en la caja de banco, en un comercio, en la escuela, como jefe o compañero de trabajo, etc…, con gente que tiene una expresión en la cara un tanto desagradable, gente que incluso después de regalarle una sonrisa solo obtienes a cambio la misma cara agria, como de sabor a vinagre áspero, como un bocado a un plátano verde…, unas facciones arrugadas, entrecejo apretado, expresión pálida, encogida hacia dentro, en definitiva una cara como si ese sujeto estuviera constantemente oliendo a mierda. Esto es lo que se llama ser HECIFACÉTICO, HECI de heces, FACÉTICO de cara.
Básicamente hay dos tipos de HECIFACÉTICO, uno es el que tiene esa cara y no lo puede evitar debido a los golpes de la vida o la incapacidad de tener buenas relaciones sociales, aunque en el fondo es buena persona e incluso alguna vez hasta se le puede ver sonreír. Luego está el HECIFACÉTICO que realmente tiene esa cara porque por dentro es así, su misantropía, odio a la raza humana, a la vida en general y la sensación de estar por encima de todos no le permite llevar otro tipo de información a los músculos que gestionan la expresión de su cara, regalando al mundo la autentica expresión de estar oliendo a mierda constantemente allá donde va.
Y es que la frase “la cara es el espejo del alma” es muy sabia, pues cuando hay mucha mierda por dentro se nota por fuera.
Pese a que vivimos una época dura, es muy buen momento cósmico y de cambios para que cada uno tomemos conciencia y vayamos limpiándonos poquito a poco por dentro y nos deshagamos de esa pequeña mochila de heces que todos llevamos a cuestas.
¡Feliz buen momento de revolución y cambio a todos!
Básicamente hay dos tipos de HECIFACÉTICO, uno es el que tiene esa cara y no lo puede evitar debido a los golpes de la vida o la incapacidad de tener buenas relaciones sociales, aunque en el fondo es buena persona e incluso alguna vez hasta se le puede ver sonreír. Luego está el HECIFACÉTICO que realmente tiene esa cara porque por dentro es así, su misantropía, odio a la raza humana, a la vida en general y la sensación de estar por encima de todos no le permite llevar otro tipo de información a los músculos que gestionan la expresión de su cara, regalando al mundo la autentica expresión de estar oliendo a mierda constantemente allá donde va.
Y es que la frase “la cara es el espejo del alma” es muy sabia, pues cuando hay mucha mierda por dentro se nota por fuera.
Pese a que vivimos una época dura, es muy buen momento cósmico y de cambios para que cada uno tomemos conciencia y vayamos limpiándonos poquito a poco por dentro y nos deshagamos de esa pequeña mochila de heces que todos llevamos a cuestas.
¡Feliz buen momento de revolución y cambio a todos!
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