La intuición es una sensación o idea no traducida a palabras, no llega a pasar por el malévolo filtro de la mente, el lenguaje aún es primitivo, necesita codificar cada idea con una palabra para poder comunicar, pero de momento hasta que seamos capaces de dominar nuestra telepatía y ser más libres, aquí tenemos otra semana más nuestro querido RINCÓN DEL NEOLOGISMO...
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Y la palabra que proponemos hoy es:
KARAOTETIZAR, este verbo nos sirve para referirnos a esa típica situación donde decides montarte una banda de KARAOKE ROCK con tus colegas, entonces consigues que te contraten en un local super cool de tu ciudad, hasta aquí todo va sobre ruedas, entonces llega la noche de la primera actuación y te das cuenta de que vas a tocar frente a hordas y hordas de clientas de corporación dermoestética, no es tu público habitual, pero da igual vas a defender tu trabajo como un campeón.
El problema viene cuando estas agradables damas suben al escenario contigo y tu les intentas ayudar a seguir la canción, a superar el miedo escénico, etc... sin poder quitar ojo de su busto, temiendo por si tu débil musculatura puede ser pinchada en cualquier momento por una de esas tremendas puntas. En ese mismo instante estás ante un claro peligro de KARAOTETIZACIÓN, además de intentar asimilar toda la información que la vida te está entregando en ese pequeño instante.
Aquí se produce la paradoja de amenizador amenizado, porque tu creías que ibas a amenizar con tu KARAOKE ROCK BAND y al final eres tu el amenizado con la SILICONE VALLEY BAND.
Todo esto genera un gran conflicto porque tú te frustras por no poder chequear los milagros de la cirugía teniéndolos en tu misma cara y estar tan buena en muchos casos es una salida para la frustración personal. La frustración es esa rata de dos patas que se alimenta de nuestros deseos de conseguir lo que no tenemos y no apreciar lo que poseemos.
Y si las cosas no van mal en breve ustedes podrán comprobar que esta historia es un hecho real...
Migue, Panch, Joan, Gabin, va por vosotros!!!
KARAOTETIZAR, este verbo nos sirve para referirnos a esa típica situación donde decides montarte una banda de KARAOKE ROCK con tus colegas, entonces consigues que te contraten en un local super cool de tu ciudad, hasta aquí todo va sobre ruedas, entonces llega la noche de la primera actuación y te das cuenta de que vas a tocar frente a hordas y hordas de clientas de corporación dermoestética, no es tu público habitual, pero da igual vas a defender tu trabajo como un campeón.
El problema viene cuando estas agradables damas suben al escenario contigo y tu les intentas ayudar a seguir la canción, a superar el miedo escénico, etc... sin poder quitar ojo de su busto, temiendo por si tu débil musculatura puede ser pinchada en cualquier momento por una de esas tremendas puntas. En ese mismo instante estás ante un claro peligro de KARAOTETIZACIÓN, además de intentar asimilar toda la información que la vida te está entregando en ese pequeño instante.
Aquí se produce la paradoja de amenizador amenizado, porque tu creías que ibas a amenizar con tu KARAOKE ROCK BAND y al final eres tu el amenizado con la SILICONE VALLEY BAND.
Todo esto genera un gran conflicto porque tú te frustras por no poder chequear los milagros de la cirugía teniéndolos en tu misma cara y estar tan buena en muchos casos es una salida para la frustración personal. La frustración es esa rata de dos patas que se alimenta de nuestros deseos de conseguir lo que no tenemos y no apreciar lo que poseemos.
Y si las cosas no van mal en breve ustedes podrán comprobar que esta historia es un hecho real...
Migue, Panch, Joan, Gabin, va por vosotros!!!
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