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jueves, 26 de junio de 2014

Infolescencia programada


El que cuando fue nombrado príncipe aseguró que reinaría si así lo quería su pueblo toma ahora la corona sin preguntar, mientras el mundial de la pobreza sigue repartiendo desilusión a los que no están a la altura siendo apartados y descalificados, mientras se privatizan empresas de transporte público, que jamás se hubieran podido crear con fondos privados, sin repartir los beneficios de la venta con los ciudadanos que las pagaron, mientras en casi ningún sitio se habla del gran problema que se nos avecina con el Acuerdo Transatlántico, el cual pretende hundir al viejo y bondadoso capitalismo bajo el yugo del ultra-capitalismo neolobbyeral, mientras El Rincón del Neologismo vuelve otra semana más después de estar quince días en barbecho para regenerar la creatividad y que esta continúe dando fruto, mientras...



Esta semana os proponemos el siguiente concepto: INFOLESCENCIA PROGRAMADA. Hace unos años el magnífico documental de LA2, Comprar, tirar, comprar: la obsolescencia programada, nos advertía de que una gran cantidad de objetos que compramos tienen una fecha de utilización y duración limitada, programada de fábrica a espaldas del consumidor. Resulta que esto mismo está ocurriendo también con la información, pues esta, poco a poco, se ha ido convirtiendo en otro producto más del entretenimiento humano que se prepara cada madrugada en el horno de los datos, donde se le añade fibra y se le quita el gluten, para su óptimo consumo diario y posterior evacuado.

Si echamos la vista atrás, tenemos la sensación de que hace dos meses que abdicó el Rey y hace apenas uno. Da la sensación de que llevamos dos años sin Canal 9 cuando tan solo hace solo siete meses que se cerró. Podríamos decir que Bárcenas lleva más de dos años en la cárcel y en realidad va a cumplir uno en breve. Ya no recordamos que la Policía Monta-Disturbios Porralizó a los niños enemigos del sistema, parece que eso nunca ha pasado, y de esto solo hace tres años. Respiramos la idea constante de que siempre estuvimos en crisis, pues ya somos incapaces de recordar aquel tiempo en el que vivíamos mejor materialmente y peor mentalmente que ahora.

Según los datos de unos estudios, que nos vamos a inventar ahora mismo, al día mueren 3,9 millones de noticias en el mundo de los 4 millones que se generan, conque la humanidad se informa sólo con cien mil noticias que se entremezclarán con 5 millones diarios de contenidos de entretenimiento, ricos en fibra y libres de gluten y alérgenos.

Entonces, ¿porqué sufrimos de esta amnesia en nuestro lóbulo temporal, parietal y frontal?, ¿será que los Illuminati están bombardeando nuestros cerebros con ondas de baja frecuencia desde su proyecto HAARP?, ¿será que la industria alimentaria con tanto insistir en darle sabor a la comida con glutamato monosódico nos está borrando la memoria?..., contengamos por un momento nuestra gran pasión por conspirar y contemplemos otras respuestas más croquetas.

Por una parte tan solo es un daño colateral de la hiperconexión en la que vivimos sometidos, restándonos tiempo para asimilar cada evento que le ocurre al mundo. Como dice un estudio de la prestigiosa revista QULO, una persona de nuestra época recibe la misma cantidad de información en un día que durante seis meses recibía una persona de hace ochenta años. Luego se produce la paradoja de la que fuimos advertidos tantas veces en las distopías literarias: más información es menos.

Por otra parte también sufrimos la crisis actual del periodismo y sus valores, que ahora se cotizan en bolsa. Una profesión tan noble y necesaria para la sociedad, que debería de ser siempre vocacional y libre, que es responsable de una parte de la educación de la población..., se ha vendido a los partidos, a las grandes corporaciones, convirtiéndose en el poder mediático y teniendo solo por encima prácticamente al poder económico. La mediaticidad prefiere no hablar mucho de un mismo tema, le gusta que estemos entretenidos, que tengamos la sensación de libertad, de que podemos enteramos de todo, y de que hay cosas que se les pueden escapar de las manos a quienes deciden el destino del mundo.

Ante tanta información, incluida la de este blog, y tanta virtualidad, quizá sea un buen momento para equilibrar con lo real, recuperar el contacto con la naturaleza, con los amigos de verdad y no con los que nos dice la red social que tenemos, recuperar las labores manuales donde podamos palpar, sentir y moldear los objetos con nuestras manos, como puede ser cocinar, trocear, calentar, pelar o tocar un instrumento practicando y encontrándose con uno mismo queriéndose un poquito más sin estar mirando pantallas y cerrando avisos que te llevan a otras páginas con publicidad, recuperando el papel que hizo el papel en nuestra sociedad..., ¿qué ha sido pues, de aquellas revistas LIB con chicas en porras que por 500 pelas te daban un pack de tres en las gasolineras y la mitad de la revista tenía las fotos en blanco y negro?


¡Infolescemos luego existimos!




1 comentario:

  1. Se supone que este proceso de saturacion de informacion que desmemoriza, tambien afectara a los que "supuestamente mueven los hilos", no?... o esta tan bien hecho que solo nos afecta al resto?...o simplemente es cuestion que el cerebro funciona asi?...el caso es que la humanidad en ciertos aspectos llevamos asi mucho tiempo y vaya parece que la codicia ambicionaria a algunos no se les olvida nunca, jejeje...

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