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martes, 11 de febrero de 2014

El Aeropuerco


...y quizá estemos andando siempre por los mismos caminos y es hora ya de abrir otros nuevos, para así permitir a esas viejas sendas que cicatricen, creciendo nuevamente la hierba en ellas para poderlas olvidar, como también le ocurre al lenguaje cuando obsolece la codificación de una idea con su palabra hasta perder el sentido; y es entonces que empieza a ser necesario salir a la busca de nuevos caminos lingüísticos para que las ideas puedan evolucionar, salgan a la luz y no les crezca la maleza encima..., y es ahí dónde nuestro querido Rincón del Neologismo saca cada semana el machete afilado de la lengua armada y depilada, y comienza a abrir una nueva senda, de la que se hace camino al hablar...



Y qué mejor manera de abrir nuevos caminos, que con un buen neologismo referido a los medios de transporte que tanto nos ayudan a no andar: EL AEROPUERCO. Esta hermosa palabra que apenas acaba de nacer viene con dos jugosos significados bajo el brazo.

Por un lado sirve para referirnos a un PUERCO al cual le da por gastarse varios cientos de millones del fondo público en construir un aeropuerto de gestión privada el cual luego no va a tener apenas uso pero obtendrá subvenciones para poder funcionar; colaborando así a generar la excusa líder de nuestros líderes del momento, que es, "...es que no hay dinero"..., ¿y hasta cuándo no va a haber dinero?, ¡pues no se sabe!, pero si es para hacer obras de arquitecturba cementada sin utilidad real para la población entonces es mejor que no haya dinero, así por lo menos podremos seguir disfrutado de la arquitectura gratuita que nos brinda la madre naturaleza, aunque..., ¿es más bonito un bloque de cemento de varios kilómetros y un suelo estéril con hoteles vacíos en ambos lados y sitios de ocio llenos de aburrimiento que un bosque lleno de pinchas con arboles que tiran polen y bichos y pájaros ruidosos que no te dejan dormir la siesta mientras un puto río te jode el día a día con el repiqueteo del agua en las rocas?, pues no lo vamos a negar, ¡mola mucho más el cemento!

Por otro lado AEROPUERCO, también sirve para referirnos al trato porcino que en muchas ocasiones recibimos los viajeros en un aeropuerto comercial, empezando por la cantidad abusiva de controles de identificación y calidad del viajero, pasando por el control de peso y tamaño de las maletas e incluso el tipo de materiales líquidos y sólidos que transporta el viajero dentro y fuera de él, abusando del control, camuflándolo de seguridad, generándonos una sensación de culpa católica en la cual acabamos creyendo que lo mejor para no molestar era haber subido al avión porcínamente, sin ropa, tan solo con los rastrojos de heces en las nalgas como equipaje y el rabo enroscado entre las patas, y dispuestos a ingerir sin protestar el pienso estéril e industrial, el cual nuestro aparato digestivo es incapaz de transformarlo en vida, que nos van a servir tanto en sus cafeterías como dentro del avión, pero eso sí, a precio de nouvelle cuisine.

...y ahora, por obligación, tenemos que dejar escribir más, porque nuestro vuelo de Castellón a Albacete está a punto de salir ya, hoy viajaremos con diez personas más, contando azafatas y pilotos y la mayoría del trayecto lo pasaremos en el WC..., pues a la buena tortilla de lata con guarrición que nos van a servir nunca le podemos decir que no...




2 comentarios:

  1. ostia es verdad,..." un puto río te jode el día a día con el repiqueteo del agua en las rocas " no hay cosa que mas me joda que el riopuerco !!!...y eso que me tenia a mi mismo por amante de la naturaleza, que puerca !!!...eso si por lo menos no nos pone excusas de mierda de porque hace o deja de hacer las cosas y no lleva ese rollo hipocrita-falso del dinero...

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